Ante ti quedé siendo calma,
mirada firme descubriendo
el misterio, furtiva sonrisa
deteniendo mi tormenta
en la ventana de la espera,
sonrisa transparente
deteniendo y secando
el invierno, voz de ave
libre irrumpiendo el silencio
conquistando aun la lágrima
olvidada, llegaste sin buscar,
me encontraste como
aguja en el pajar.
Inerte ante el perfume
de tu aliento, sin palabras
los versos fueron premio,
cálidos con vestidos
de tiempos desenterraron
los suspiros viejos,
empolvados tocaron
con romance la piel
desesperada de enamorarse,
conocidos de épocas
reconociendo las huellas
de sus besos, pistas
del destino jugando
a cupido, luna y sol
conspirando a favor
de nuestros sueños.
Ante el vitral de tu amor
cedo y quiero, desato
tus miedos amarras
los míos a tu cuello,
con labios cerrados
deslizó el prófugo beso,
contándote historias
arrebato deseos de
tus secretos, cómplices
topándose en la esquina
casual del eterno sentimiento,
enredados en un abrazo
intangible huimos del
no puedo, refugiándonos
en tierra del incomprensible
consuelo, donde nace la rosa
imposible del exquisito amor
verdadero, sin alas voló
en nuestros cielos.
Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-
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