Insomne, exhalo una bocanada profunda de aire con aroma de un amor perfumado de la esencia de tu piel... que surca el espacio circundante. Es una ola que me atrapa y que me arrastra...
Tu aliento convocante me transporta a un sitio mágico... donde la sed de mis besos se calmó en tu fuente... Sentimientos que superaron los límites de nuestros cuerpos...
Amarte es la historia épica que fue preservada en mis versos. Presenciarte... en tus poses audaces, en tu frescura... es el recuerdo tallado en mi memoria, que hoy aflora...
Tus suspiros derriban la noche como un telón caído... y nuestras caricias atemperan las ansias fusionadas en la cadencia de dos cuerpos que apagan el fuego de tanto instinto sublimado...
Se siente fantástico habitarte... abrazarte... refugiándome en tu pecho, para degustar cada instante del amor que nos prodigamos.
Es imposible medir la magnitud de este sueño que nos aprehende... ajeno de espacios y de tiempos... real y etéreo de principio a fin...
Mis manos impacientes dibujan estas letras que se hacen cargo de lo que siento al evocarte... Mi Musa... Mi inspiración...
Aún cerrando mis ojos puedo encontrar tu cálida e intensa mirada... implorante y cautivante... Génesis de mis apasionados deseos...
Me nutro de los momentos vividos, del cariño, de la ternura y del ardor de tu avasallante primavera en mi reverdecido otoño.
Algún día estaremos... otra vez juntos... Añoro tu presencia pura... tu cadencia... tu sonrisa... Tus susurros acariciantes...
Veo caer pétalos del cielo... al deshojar tus recuerdos... formando un sendero que me conducirá hasta la morada en que habitas Tú...
Jorge Daniel Pérez -Argentina-
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