Aquel viejo libro abierto
sobre la escribanía parece
más que un relato
los sueños de un amanecer.
Eran palabras antiguas
de sueños contenidos
en historias imaginadas
de películas sin títulos.
Siempre quise escribir
esos versos de momentos
vividos al amanecer
amores vespertinos.
Luz del crepúsculo
Iluminando tus labios
laberinto de caricias
eterno juego de enamorados.
Francisco Javier Díaz Aguilera
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