Parece mentira las cosas que veo
por las calles de Montevideo.
Jaime Roos
Hermano mío, siguen siendo nuestras calles
las de tu barrio en Montevideo
éstas que hago mías en Rosario
y más allá
las ardientes de Río, Quito o Bogotá.
Nuestro luminoso empedrado
aquella escuela de un posible futuro
adoleciente cuna de amor y vicio chico
desmaya y sangra.
Mi querido hermano
no fuimos nosotros (los de la número 5)
los que rompimos los faroles,
el daño mayúsculo y sin tapujos
lo hizo con la moneda dura y vil
para echarnos de la calle
y dejarnos a oscuras.
Trabajaron parejo
tierra y adoquín por herrumbrada chirola
belleza maquillada de ventanas
y esta carne incrustada de letras
en subasta al peso
en los mejores supermercados de la zona.
Parece mentira mi viejo amigo
la diaria verdad de este golpe sin fronteras
ENRIQUE DIEGO GALLEGO
Publicado en el blog deliteraturayalgomas
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