que implora sigilosa tu atención
jalando el manto de tu indiferencia.
Por favor responde…
Dirígeme tu luz…
Más allá de mi circunloquio rebuscado
permite que mi vida no siga en claroscuro
y brille eternamente el sol de tu interés.
¿Cuándo tu aliento envolverá
de dicha la paradoja de mi vida
solitaria y vacía entre multitudes?
¿Cuándo los botones de mis flores
de durazno dejarán su monólogo callado
floreciendo en coloquio entre tu halago?
¿Cuándo tu mano acariciará la mejilla
de mi poema sonrojado al descubrirse
leído por tus ojos extasiados?
Te he pedido y suplicado viento fresco
acariciando de alegrías mi vereda.
Entiende… soy alma sola…
Completamente sola…
en este pusilánime universo.
¿Cuándo tu grato olor papel y tinta
olvidará la perífrasis
decidido a recorrer los cantos de mi libro?
Vanas palabras, en epítome te digo
colma mi vida de justicia poética
diciendo sí a mi ruego.
Si, si, solo si dijeras el sonido
que mi oído quiere escuchar de ti
sí, en aliteración mil veces sí…
Quiero habitar entre tu aroma
a libros explorados
y marchitar la alegoría cuando
florezcan mis tomos en tus manos.
El argumento es simplemente
dejar nuestros destinos en deleite
que nuestras almas dialoguen tiernamente…
Colorearé tus grises crónicas con el pincel
de mi letrada inocencia
acepta este obsequio de la vida
y el clímax no huya en vano olvido.
Del libro Inspirario entre Andares y Poemas de AMARANTA MADRIGAL -México-
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