Pide al tiempo que vuelva
y te traiga consigo;
que me traiga el abrigo
de tu piel seductora
y la dulce caricia de tus manos de seda
y el vaivén ondulante de tu cuerpo de palma
y la luz de tus ojos
y el calor de tu alma.
Pide al tiempo que vuelva
para ver otra vez en mi puerto,
olvidado de tu barco, perdido :
el calor de tus besos,
tu ternura de nido,
tu dulzura de niña
y tu acento de alondra,
y volver a escuchar como tu voz me nombra
con ese suave dejo de claro terciopelo;
que me traiga tus ojos,
que me traiga tu risa,
que el tiempo me devuelva
lo que ayer me robó :
tu pelo, tus caricias,
tus pasos en la acera;
que me traiga el ensueño de tus hondos perfumes,
el olor de tu aliento,
tus dientes nacarados,
el coral de tus labios
y la luz de tus ojos
y tus pies caminando descalzos por mi cuarto
y el dulce sortilegio de tus lindas pestañas,
que se cierran y se abren
al vaivén de tus ojos,
con ternura de niña y seducción de mujer. 6
Que el tiempo me devuelva
lo que me quitó ayer.
OSWALDO FRANCO
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