sábado, 23 de abril de 2016

ETERNIDAD


Dame tu ambrosía,
tus labios mullidos y rotos.

Mátame con tus flores de loto.

Te curaré del vacío
superfluo e ignoto.

Lluéveme mi piel a rosas sin espinas
mientras te atoro una eternidad a mi vagina.

Regálame un hueco de tu corazón
para anidar mi amor mojado
y ser yo la que corone los orgasmos
de tu cadenciosa canción.

Rompe mi silencio opaco y mudo
que de esta ferviente rutina
solo tú tienes la llave
que abre el grifo del llanto de la retina.

Luna menguada tan sólo
para amarnos bajo su brillo reinante.

Deseoso el suelo de abrazarte,
las sábanas humeantes,
tiznada la caricia y esta fiebre de amor
que no me deja extrañarte.

Dame tu beso
uno solo sin alcohol,
uno nada mas un beso
que sea eterno y me alcance hasta morir.

Morir allí en la cuna de tu sexo
donde nace al arrullo de la vida,
donde duerme la melodía meliflua
donde la luna eclipsa el alma con la carne.

Vamos copulemos
que se nos hace tarde.

Jazmín Noir Ovalle.

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