Muerte, ¿estás por ahí?
sacrílega te escondes en la brisa,
tu yerta y fúnebre vanidad
en mi cáliz ya avisa,
tu frío silencioso se acerca
arde imprudente sobre mi piel,
la carne, lúgubre se eriza
el alma se sacude, zozobra de hiel,
el espasmo en mi soledad, atiza
el suspiro gélido palmotea la espalda,
amarga hoja, somnolienta
miedo y temor, vasto tormento,
muerte, ¿estás ahí?
¿por qué no me hablas?
si ya te olí, ya te sentí
entre el aliento, con inédita hambre,
tu sed blande la hoz
y en mi ser arde el espasmo,
salúdame no más
antes de atarme,
muerte, ¡no seas así!
ven y dame la mano,
y luego si partimos
a ese lugar lejano,
oye muerte, por favor
no te escondas de mí,
se que estás ahí
y ya vienes a liarme,
atrévete a sentir
el grito de mis entrañas,
salúdame con gracia
pues ya somos como hermanos,
muerte ¿estás ahí?
no te me escondas más,
ya en mí no hay porvenir
sé que vienes a atarme,
salúdame no más
y no te escondas, amiga
ven salúdame de beso
llévame en tu carruaje,
eres ya mi consorte
ayúdame a poseerte.
José Vicente Castro Romero -Colombia-
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