miércoles, 20 de febrero de 2013

UN FINAL SIN PRINCIPIOS


Sigue corriendo con las lágrimas lacerando sus mejillas, atrás deja los gritos, las sirenas y los cristales rotos manchados de sangre. Corre sabiendo que de nada servirá, que será un muerto más, un cadáver olvidado.

Cansado de huir se detiene y alza las manos sobre su cabeza, un escalofrío recorre todo su cuerpo, la primera ráfaga de balas impacta de lleno en su espalda.

La paz que nunca tuvo le invade y con una sonrisa cae al suelo convirtiéndose en polvo, en recuerdo.

JULIO MUÑOZ
Publicado en la revista Sea breve, por favor

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