A lo lejos se la ve
porque está en puntas de pie.
Con su cabeza amarilla
la margarita sencilla,
sin hacer ningún alarde,
continúa aunque es muy tarde.
Ensaya coreografías
desde hace ya varios días.
Parada muy elegante
mueve el tallo hacia adelante.
Luego se inclina hacia atrás
y gira y gira al compás.
Un admirador curioso
le pregunta muy ansioso:
-¿Me quiere poquito o mucho?
-Cuando bailo nada escucho-
responde disimulada.
¡No quiere quedar pelada!
Del libro BRUJERÍAS todos los días
María del Carmen Reyes
Publicado en la revista deliteraturayalgomas
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