Transparente como una pared de seda,
como un beso de tul.
Transparente como un ramo de flores
en brazos de una novia,
como la luna llena de invierno.
Transparente como el agua cristalina
de los ojos de un niño,
como el corazón de una burbuja.
Transparente como un vestido beige,
fresco y nuevo en un cuerpo audaz,
una mañana insolente de verano.
Transparente eres.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
No hay comentarios:
Publicar un comentario