Algo quedó en mi corazón
un puñado de vida,
un resquicio, un reflejo,
en su estuche de chifón.
Lo demás he gastado,
se deslizó, se escurrió,
por caminos y seres,
por mis alas - tan altas -
en aleteos de palabras,
en silbidos, en murmullos,
por mis dedos, mis huellas ...
El tiempo fue borrando
la estela de arco-iris,
los ojos de lágrimas,
el capulo de un beso,
la calesita de un sueño.
el dolor de un adios.
Quedó en mi corazón
el espejismo de un rostro,
y con cenizas de arenas
ya construí un castillo
donde guardo las esquirlas
que me restan de la vida.
Perpétua Flores: Nacida en Santo Angelo, Río Grande do Sul, Brasil. Radicada en la Argentina desde 1969.
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