miércoles, 4 de julio de 2012

DE SU POESÍA:


Va el corazón cansado
Esta humedad del mundo
que penetra en las tablas
de la carne.
Ese estar condenado
al destino del otro.
A pesar de la certeza
de los hechos,
que traspasa la dimensión
de los acuarios.
Almacén de silencio
Sombras de una batalla
perdida de antemano.

II

Como el bambú
también mi corazón
se dobla con el viento
para erguirse al instante
en que pasa la brisa.

III

Eres
punto central de mi escritura
El antes y el después
Territorio sin nombre
de la consumación
de nuestra herida.
Porque miraste. Y tu boca
fue al deseo, más rápido
que el impulso de mis brazos
El corazón lanzó espuma a los labios
Y un niño azul
se cayó de tus ojos.

IV

Ecuador de toda sensación
los miembros enrollándose
en el filo del vértigo
Tu lengua de metal
La incertidumbre
que vela el tenue canto
de las extrañas aves.
Y allí. Olvidar la sombra
del que fuiste
En el lejano hogar
de los espejos.

V

Tus manos de escayola
floreciendo en el bosque
de la lluvia
Ojos. Que ella no ven
los precipicios
El abismo de sal
que esculpe el tiempo
Tus ojos en la noche
Como leños ardiendo
en medio de la nieve.

VI

También lo que no es bello
se consume
El segundo es enemigo
de la virtud
Corre detrás de todo
lo que anhelas. Corre
Busca la iniciación
de la plegaria.

VII

¡Qué de azul en tus manos
para medir la anoche!
De tu pecho es el gozo
Un manto delicado
que envuelve en su dulzura
el mundo suspendido
Allí
en la región del aire
donde las altas aves
establecen el vuelo.

MIGUEL LOSADA -Argentina-
Publicado en la revista Oriflama 16

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