Ya va siendo hora de pactar: hora
que abarca más de lo que se ve:
de hacer el pacto con tantas horas cumplidas y
tanto cabildeo contra lo natural de estar vivo.
No hay error de cálculo: no somos
un error que persevera hasta el error final:
aquí estoy
con el placer de estar aquí
y también con el de alguna vez no estar.
Todo se vuelve pacto en cuanto se mira el contenido: todo es
contenido: yo mismo
soy contenido de los años que me faltan por vivir: de ahí el pacto
con lo que no sé si existe pero
gobierna poderosamente: lo que está viniendo;
que es como decir: pacto
con lo que no se sabe si está en alguna parte: eso
que uno empieza sostenidamente a ser.
Santiago Sylvester Salta, Argentina - 1942
Publicado en la revista Isla Negra 316
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