¡Rayos y centollas!:
la electricidad y los crustáceos
me dan de exclamar.
El primero no he sido
pero sí el último
hombre de tu vida
Después de mí:
la inundación.
¿Qué deberé hacer para gustarte por siempre?
Para gustarte
¿qué más
por siempre
deberé?
Hubo crímenes perfectos
No todos los míos lo fueron
Por lo que me pudro en esta celda
perfecta.
Del libro OJALÁ QUE TE PISE UN TRANVÍA LLAMADO DESEO de Rolando Revagliatti -Argentina-
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Hace 14 horas
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