Llegarás algún día
en silencio y tan seria
con tu guadaña al hombro
y sabes no habrá asombro.
Hace tiempo que te espero
con calma infinita
porque se que ante ti
no existe ninguna cura.
Gracias por haberme dado tiempo
de amar y sufrir, de llorar y reír,
de compartir con aquellos
que hicieron de mi vida
un lindo paraíso y un bello infierno.
Gracias, no lo tuve todo
porque el todo no existe.
Tarde abrí los ojos
más me iré sin reclamos
porque tiempo aún me das
para estar con quienes amo.
Ramón Eduardo Segura Padilla -MEXICO-
Compartido por Manuel Kentore
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