Abro mi corazón
y dedico mis letras
a mi sentimiento,
a mi esperanza,
a mis posibles,
a mis imposibles,
a mis alegrías
y a mis tristezas,
a mi felicidad enorme
y a mi grande infelicidad...
Hoy escribo,
y mis glándulas lagrimales
trabajan presurosas mientras pienso,
y dejan escapar
gotitas saladas
que mi cuaderno mojan
y las letras borran al caer sobre ellas, otras,
entran por mis labios
y me dejan su sabor...
Hoy cambio el ritmo de mi escritura
y me digo a mi misma: -merezco pensar en mí... - Siempre he pensado en todos
olvidando mi propia felicidad...
Hoy he hecho varias pausas para terminar de plasmar, mientras mi pluma
se deja guiar
por mi mano
un tanto temblorosa...
y busco entre la obscuridad de la noche
el brillo de los luceros que tanto amo y no puedo alcanzar.
Y me abrazo a mi misma
sintiendo aquel abrazo
que quizá nunca ha de llegar...
Ya lo ves, mi escrito es simple,
sin palabras rebuscadas, así, simples y sencillas, porque soy así;
y aunque hoy escribo para mí,
mi mente... Mi mente no deja de pensar en ti...
Karo Alan
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