martes, 26 de marzo de 2019

DELIRIO DE AMORES ENCENDIDOS


La tibia brisa marina
se enreda y embelesa con tus rizos
melena de luz, de oro y trigo, que el sol acaricia.

Y así, casi desnuda
caminas con total desparpajo
incitando a amarte, con tu breve cintura menuda.

Tus bellos ojos ultramarinos
son de un cristalino azul profundo
el sol pinta tu espalda, de bronce estremecido.

El mar te acaricia
todos tus bellos frutos prohibidos
con pudor escondidos, que con su espuma te besa.

Tu mirada osada
incitan a mi lujuria y desenfreno
la turgencia de tus pechos, a mi locura extraviada.

Corres en la arena, te caes
allí, todo mi cuerpo reposa en el tuyo
entre un delicioso murmullo, me pides que te ame.

Con mi corazón cautivo en tus ojos
acaricio todas las tibias riberas de tus curvas
y tus manos me enervan ocultas, a tu infantil antojo.

Con gozo y dulzura eres mía, soy tuyo
mis pupilas y mis manos exploran extasiadas
todo tu rosedal florecido, entre tu gozo y murmullos.

Y así, como el sol te trajo, encendida
la luna te lleva, entre su tenue luz desmayada
hasta la próxima vez, en algún dulce recodo de mi vida.

Para qué tenerte y amarte,
si ya no podré olvidarte.

Manuel F. Romero Mazziotti -Argentina-

No hay comentarios:

Publicar un comentario