Cuando en 1991 me fui de CC.OO y decidí romper con la política y votar en blanco en todas las elecciones no me imaginaba que llegaría a conocer una crisis como la actual.
¡Esto no se puede consentir!, me dije.
Y hace un par de semanas, sentado en la terraza de un bar, me puse a cavilar. Después de la cuarta cerveza con sus respectivas tapas (Papas aliñadas, chorizo a la brasa, gambas a la sal y atún encebollado), me he auto preguntado: Si estos granujas, marionetas del mercado y de los bancos, que tanto saben, nos han llevado a esta crisis engañando y robando hasta el polvo del aire (los otros polvos algunos los echaban en clubes de alternes, pagando con nuestros dineros), ¿por qué yo, un hombre curtido por la experiencia de los años y el trabajo, no puedo presentarme para intentar solucionar los problemas vuestros y míos?
Dicho y hecho: invitando a cuatro rondas seguidas a los desempleados que pasan la vida en el bar, no sólo he conseguido convencerles para reunir las firmas necesarias para ser candidato, sino que además, como no tenían nada que hacer, me han pegado ellos mismos los carteles en los lugares señalados.
¡Et voi lá! Je suis The Candidat. Mi partido es el P.T.P H: Pan Tierno Para Hoy.
A todos los que me voten les prometo en el corto plazo una foto dedicada y firmada por detrás por mi asesora, la cual se compromete a plasmar bajo su firma la huella de sus labios pintados de carmín, con todas las rayitas que los hacen tan sensuales.
A largo plazo, eliminaré de un plumazo la reforma laboral de Rajoy, y a cambio repartiré el trabajo que hay entre todos para eliminar el paro. Se trabajará un solo mes al año, los once restantes serán para asuntos propios.
De las vacaciones y puentes no digo nada, de momento, ya lo consensuaremos con los agentes sociales.
Repartiremos gratuitamente cientos de miles de condones con un manual y un dvd para que aprendan a usarlo y que no pase lo que el otro día, que llegó un hombre a la farmacia con un preservativo todo agujereado y atado con hilos a exigir que le dieran otro porque hacía menos de dos años que lo había comprado y estaba en garantía. Si con todas esas facilidades alguien deja a la novia o a la amiga preñada contra su voluntad, pasará veinte años en la cárcel.
A las mujeres que confíen en mí les prometo que no las defraudaré: viviré para ellas y por ellas, les daré mi número de móvil para que me llamen cuando se sientan solas o necesiten apoyarse en alguien. Removeré la tierra y el cielo por ellas.
Podrán realizar su trabajo desde sus domicilios —para ahorrarnos millones de euros en guarderías— y su trabajo será compatible con otros empleos: distribuidoras de Avon o del Círculo de Lectores; podrán realizar en su domicilio o en el de sus amigas presentaciones de juegos de tapes y cuberterías; asistir a gimnasios y piscinas; merendar con las amigas en la cafetería para intercambiar impresiones y sugerencias para mejorar sus respectivos hogares.
Fundaré un Banco Nacional, donde todos puedan cobrar sus nóminas, poseer tarjetas y domiciliar recibos sin pagar comisiones de ninguna clase. No como ahora. Esta mañana, mi caja de toda la vida, me ha cobrado 3´50 euros por una transferencia de 20 euros. Y cada vez que me envía información de mi cuenta me cobra los gastos de envío, sellos incluidos, cuando en realidad no me los envía por correo, sino que todos los recibos los reparte un tío que seguramente está en el paro y se gana unos eurillos extras con eso. Y todos los españoles podrán acceder a créditos a bajo interés.
Los bancos que desahucien a los ciudadanos también serán desahuciados si no les pagan a los constructores de las viviendas. Tampoco recibirán ni un céntimo del erarioo público.
Espero vuestra masiva asistencia a las urnas con la papeleta de mi partido en la mano. Veréis como entre todos salimos de la crisis.
Juan Pan García -Puerto de Santa María-
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