LA POESÍA Y SU MAGIA

Susurra un silencio ardiente, calla la poesía y el poeta llora.
La poesía es amor y alegría, vuela como alma triste, de mariposa efímera
el poeta tiembla y el dolor inspira y la poesía crece, destella en primavera.

Sin poesía, mueren todas las palabras, ausente su verbo.
¿Es posible vivir, desgajada el alma, sin el verbo y con amor conjugado?
la poesía se hace grito y un rezo, y se alza en el cielo azul y despejado.

La poesía se hace sonido y verbo, como una canción desesperada.
El poeta interpreta el amor en palabras y metáforas, piensa en el mañana
cuando por ella está triste, llora de penas y alegrías agitada toda su alma.

Si un amor se va, la poesía pierde la fantasía y los ensueños.
Amor, pasión y esperanza, sus aromas guardadas en su pecho quedarán
en el dolor de la espera de una nueva primavera, la inspiración regresará.

La poesía resplandece, cuando la pluma gime y grita su verbo.
La brisa murmura fantasías a la luna, la poesía enamorada muere por ella
la poesía emprende el viaje, busca su amor, en la tibia luz de una estrella.

La poesía es alma pura y refleja los amores y sentimientos.
La poesía escrita apresurada es su memoria y piel que sangran en jirones
entre vivos recuerdos dulces de momentos de pasión, y grandes amores.

La poesía y su pluma, abren senderos de luz y esperanza.
El poeta triste sigue el sendero de sus letras su sangre es tinta apasionada
hasta que encontrará el amor entre rosas florecidas, su eterna enamorada.

Y la poesía es un sol radiante, porqué feliz es el poeta.
El corazón del poeta, entre goces y asombros tendrá otras tardes de amor
y su poesía, cumplirá su quimera con aroma de tiempo, de amor y pasión.

El poeta canta con su pluma a la poesía, su himno de amor y alegría.
Su poesía surge fuerte como el llanto de su alma, susurrando mansamente
y con el amor como inspiración que brota entre manantiales transparentes.

El poeta, y solamente él,
es capaz de amar a su poesía,
y vivir o morir por ella.

Manuel F. Romero Mazziotti -Argentina-