martes, 5 de febrero de 2019

ES FÁCIL ENGAÑARTE A TI MISMO


Es fácil engañarte a ti mismo
cuando haces algo que no
deberías...
diciéndote; qué más da la vida
son dos días, cuando me muera
me he muerto...

Es mentira que me dé igual que me
quieran, que se preocupen por mí,
que me pregunten cómo te sientes,
que me abracen, que cuenten
conmigo, es mentira.

Es mentira que al redil de ojos que
nos miran, la belleza les sea infinita,
la mayoría prefiere no pensar que no
hay rosas sin espinas, y que la magia
de un pétalo fresco muere cuando
se marchita, es mentira.

El tiempo sucede a los estados.
Las etapas cambian de excedentes,
prioridades que descienden para que
otras se eleven...

Lo maravilloso de todo ésto es que;
ayer por unas cosas,
hoy por otras,
y mañana por tenerte...
te he querido,
te quiero,
Y te amaré.

Es fácil engañarte a ti mismo
cuando haces algo que no
deberías...
diciéndote; qué más da la vida
son dos días, cuando me muera
me he muerto...

Es mentira que me dé igual que me
quieran, que se preocupen por mí,
que me pregunten cómo te sientes,
que me abracen, que cuenten
conmigo, es mentira.

Es mentira que al redil de ojos que
nos miran, la belleza les sea infinita,
la mayoría prefiere no pensar que no
hay rosas sin espinas, y que la magia
de un pétalo fresco muere cuando
se marchita, es mentira.

El tiempo sucede a los estados.
Las etapas cambian de excedentes,
prioridades que descienden para que
otras se eleven...

Lo maravilloso de todo ésto es que;
ayer por unas cosas,
hoy por otras,
y mañana por tenerte...
te he querido,
te quiero,
Y te amaré.

Francisco Piñero Fructuoso 



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