Ahora cuando este frío invierno
la nieve salpica los cuatro costados de mi pueblo...
y el viento gélido deja mi voz helada sobre el cielo...
Buscando apaciguar las almas nobles;
porque una llamarada enhebra la ternura
que habita serena en mis ventrículos...
Ahora cuando la feroz borrasca
se adueña con sus blancos tentáculos
de casi toda la piel de toro de mi querida España...
quisiera coger mi cámara y mis botas
y desperdigarme a pulmón abierto
para disfrutar de esa inigualable estampa navideña...
Ese color sin par que forman la nieve y esta extraña tierra...
la blancura inmaculada de la nieve
y el color rojo como la sangre de esta hermosa tierra...
Quisiera romper los cristales que dividen nuestra sangre,
porque anhelo demostrarte bella alondra...
los misterios ignotos que representa;
esta inimaginable luz de extraña belleza...
Quiero amada mía: antes que el sol con sus rayos implacables;
rompa el hechizo y se evapore el embrujo
de estas onduladas montañas y valles...
dejarlo tatuado sobre tus pupilas; más que el verbo furtivo...
Ahora nieva con vellos copos... como palomas moñudas...
pero el encanto como tal se rompe...
y sólo queda la desilusión azul cuando llega el deshielo...
RAFAEL CHACÓN MARTEL
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