Apenas la lluvia cae sobre la tarde
Y las gotas se deslizan
por los cristales de mi ventana,
Es un recuerdo o una premonición
Pero la soledad no escapa a este instante,
Una gris penumbra me persigue
Como la sombra de mis penas,
Como el miedo a lo incierto.
Tu rostro se hace pasajero, distante,
Tu voz callada no interrumpe mi sueño,
Tus pasos son una ruta incierta, un eslabón,
Que me llevan al vacío, al silencio onírico
De mis espejismos sin fin.
Ya siento tu respiración lejana,
Cuando marchas hacia el infinito de mis sueños,
Al camino sin regreso,
Cuando huyes de tus pasiones y de mis besos.
Francisco Javier Betancur
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