Amenaza con llovizna se tormenta,
lluvia empapando la ropa obligando
la desnudez, mirada desafiante
imponiendo estado de alerta, aviso
silencioso provocando rebeldía en el
cautiverio de los deseos, camina con
destreza y serás presa, corre con arte
y caerás en la trampa de mis besos,
intenta huir por la vía de la tentación
y no escarparás de mis caricias
que conocen donde gritas.
Amenaza con pudor se rebeldía,
infringe límites sin temor de condena,
sea lo prohibido tu reino, desobedece
el prejuicio abriendo la puerta de tu
vestido, tira el glamour en el desorden
de los suspiros, desmaquilla el protocolo
en la ley de mis labios, ellos saben
llevarte al castigo placentero que pides
en silencio, aprendieron del tiempo
cuando ardes por dentro.
Amenaza con quietud, quémame
con tu fuego, consumamos el aliento
sin medir consuelo, revoluciona mis
latidos y seré tornado besándote hasta
los sentidos, tienes en la punta de tu
boca el filo, córtame hasta el delirio,
eres dueña de pechos con sabor
de vino añejo, embriágame y llegaremos
a tocar el orgasmo que cuelga de tu estrella,
de ombligo a ombligo, seamos paños
rojos con nudo ciego rasgándose
en la furia de los deseos.
Amenaza con boca que sabe
morder mi virilidad y seré beso
tranquilo bebiendo el río que sale
de tu nido, abre tus alas y penetraré
sin permiso, cantemos juntos los
gemidos sin temor a ser oídos,
aráñame la espalda en tanto muerdo
tu oído, se gaviota sobre mis aguas
y prometo inundarte de lluvia blanca,
mientras vienes con tu miel transparente
hasta quedarnos amarrados y rendidos.
Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-
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