(Endecasílabos)
En el cosmos, las probabilidades,
se barajan de acuerdo a la intención,
y florecen, según la vibración,
que el sujeto siembra a sus realidades.
Llega el niño, sin conocer el mundo,
pasa a joven y sueña con caminos,
cuando adulto, cree que decide el rumbo,
y de anciano jura que fue el destino.
Albedrío no es hacer lo que quieras,
puedes ser tahúr, de derecha a izquierda,
mas si el cosmos requiere que la pierdas,
las que comes las pone a su manera.
Conveniente es vivir en la humildad
de saber que el timón está allá arriba,
no en el cielo que puedes observar,
sino en planos que proyectan la vida.
Es muy fácil decir "soy arquitecto"
y trazar tus pasillos y salidas,
mas los planos nunca dan las medidas,
y en la entrega salen los desperfectos.
Calcular es tirarle a la escopeta,
siendo pato, como lo hace el mental,
mueve cuerdas, siendo el marioneta,
y desvía su ruta natural.
"El consciente" le acostumbran llamar,
muchas veces desde la inconsciencia,
cuando se hacen conscientes que excelencia,
pues de golpe conocen la humildad.
El azar es el desconocimiento
de una fuerza mayor inteligente,
se comprende mejor si estás contento
y otorgando recesos a la mente.
Juan Antonio V. Delgadillo -Estados Unidos-
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