Cuando te veo, quisiera abrazarte.
No sabes como me duele tu olvido.
Quisiera tomar tu mano y besarte,
pero para ti, soy un desconocido.
Ya no me miras como antes.
Me acerco a ti y con amor sonrío,
mas tú, miras a cualquier parte
y quieres seguir tu camino.
Te digo, por favor déjame hablarte,
quiero explicarte que ha sucedido,
pero tú, tú me miras distante
y me siento a llorar, tu olvido.
No sabes como me duele madre
que no me hables con cariño.
Esa maldita enfermedad que hace
que olvides los hijos que has tenido.
Patricio Antonio
No hay comentarios:
Publicar un comentario