LA FARIÑERA

(Selvilla: poema nativo-mestizo de la selva amazónica)

Por el Marañón
la confluencia y unión
cansado bogaba,
por Nauta surcaba;
ya alcé la mirada
hacia la ribera
y vi una huambra
en faena fariñera.

¡Qué mujer más bella
con su piel morena!
Atraqué mi canoa,
me acerqué a ella,
porque la vi buena,
cuando me hizo seña
subí a su emponado
¡uuup! a simple llamado.

–Buenos días, saludé,
¿hay caisuma?, pregunté
y alegre me contestó,
sonriendo me atendió:
–Sí, joven, tome masato
y descansa pues un rato.

–¡Qué lindo es tu tambo
con techo de crisnejas
donde todo es fresco
con paz sin grandezas.
Aquí sí me alegro,
Aquí yo me quedo
porque no hay tristezas.

–¿Verdad que tú quieres
quedarte conmigo?
pues veo que tú eres
lo que hoy necesito:
un joven de buen pusho
que con afilado punsho
la yuca va descarapar
y mandioca pa machacar.

Pa mover la parunga
tostando en blandona
sudando la cunga
con leña capirona.
Tres cochadas sacarás
en el Sol to el día
masato tomarás
de mandioca bravía.

Danzarás changanacuy,
comerás yuca y suri,
tomarás timbuchi
y bailarás sitaracuy.
Prepararás sharuta
con cachaza y tabaco
pa espantar los tunchis
fumarás mapacho.

Te zurrará el izango
y la hormiga brava,
apellidarás Pizango
dominarás tangana
te pintarás con arcilla
y te harás Kukamiria.

–Ya nada me importa,
lo que me suceda
lo que yo más quiero
es vivir contigo
así me convierta
en hombre nativo.

Armando Rebatta Parra -Perú-