viernes, 2 de noviembre de 2018

ESTÁS EN MIS CAMINOS


Estás en mis ayeres como la luz del día,
que refulge en la dorada mies al influjo cenital solar,
estás en mis alegrías que esplende mi alma,
y también en las tristezas que agita mi corazón,
caminan tus recuerdos por donde vagabundean
mis pasos, acunando tus sonrisas de sureña.

Te llevo en mis pupilas, donde se inmortalizó
tu cándido rostro de hada de encantos eternos,
y aprisiono mis sentimientos a tu memoria,
mas allá de los avatares y los silencios,
vas volando en las brisas que rememoran
nuestros encuentros clandestinos y las lejanas
alegrías que fueron un holocausto a la juventud.

Te llevo en el aljófar del pedestal marmóreo que
quedó como mudo testigo de un amor eterno
que va luchando contra la acidia del tiempo y los
olvidos, allí también quedó el conópeo de la sacral
cabellera de Diana que hube de sentir gemir al
contacto de mis dedos paganos y mis manos impuras.

Estás en el llanto de un niño cualquiera, y en sus
notas tristes siento esa semilla negada por el avieso
destino, y me siguen tus sombras en el frígido sur
así como en el calmo norte de páramos y suaves
colinas, te siento en el canto sempiterno de las olas
donde se fundieron las salobres gotas que brotaron
de mis ojos, cuando tu partías para siempre andahuaylina.

Azhydor Ozras OBrien -Perú-

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