-“Razonas bien, y tu mente es astuta pero tienes demasiados prejuicios. No dejas que tus ojos vean lo que tus oídos escuchan. Eso que está afuera de la vida diaria no es de tu incumbencia. ¿Piensas que hay cosas que no entiendes? ¿Cosas que algunos ven pero otros no?” – Drácula de Stoker
¿Cuántos libros abriendo puertas,
intrusos que no piden permiso?
-¿Puedo?
“Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae” Stoker
¡Morir para ser inmortal!
Beso que cautiva absorbiendo la vida, hálito de cuellos extasiados en el absoluto de la oscuridad…
-¿Me invitas a entrar?-
Déjame yacer en el ataúd de la inconsciencia, beberme la sangre que late en tu cautiverio, sometida a los centímetros de la fugaz existencia y entonces ¡Prueba la eternidad! Serás la Diosa de las penumbras, Zarina de los espejos sin luces ¡Mi Condesa de poros sangrantres! amolda tu figura al fuego de mis ritmos, desvaneciéndote mientras voy devorándote ¡Ya no podrás sostener ni siquiera a tu sombra! Levitarás cuando te fundes.
-¡Mina!- Te he bautizado con la perpetuidad, palideces languideciendo en el pecado de mi posesión ¡Te he bebido! Estás llena de mí… ¡Atados! Tu alma, ahora es mía difuminándose en un no ser sin espíritu, batido en el eterno retorno de mi poderío. El amanecer nos encontrará huyendo, escoltados con sus reflejos criminales ¡Desapareceré! pero sabrás que he estado allí…
Me ocultaré debajo de tierra, el ocaso me traerá de vuelta, justo cuando pernocten los últimos destellos del vacío. Me presentirás ataviado de misterios insalvables, desnudo de tópicos, ansioso por volver a respirarte, destruyendo los filos del cristal que nos ha separado ¡Desvestiré tu cuello de nuevo! a dentelladas tan calientes ¡Eso es la eternidad!
… y la noche que es nuestra, será testigo.
Scarlet C
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