La mujer de sombra
se corta las llagas
sobre el crepúsculo.
Y deja caer
las gotas de su sangre
en la piel desnuda del cielo
y del monte.
Cicatrices de madrugada se abren
con navajazos de estrella mortecina
y de luna congelada.
Entre los frágiles contornos del horizonte.
Debora Pol
No hay comentarios:
Publicar un comentario