martes, 4 de agosto de 2015

AQUEL CAFÉ


Hoy estuve recordándote.
Ayer pasé por el café,
donde tantas veces me besaste,
donde tantas veces te besé.

Aun siento escalofríos.
Tan solo con tu recuerdo.
Lo que hacías al cuerpo mio.
Tú me dejabas sin verbo.

Eras lujuria y pasión,
en aquellas cuatro paredes.
Te robabas mi razón.
Te mataban mis placeres.

Eramos tan felices.
Que todos nos envidiaban.
Sentíamos comer perdices.
Sin un duro bajo la almohada.

Tu cambiaste de ciudad.
Yo buscaba prosperar.
Hoy volveré al café,
a ver si te veo pasar.

Rigoberto Villasmil -Venezuela-

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