NOCHE DE SOLEDAD

Un grito sin acorde, en el silencio de la noche.
Un susurro, un silente frío abrazo, procurando el destino recobrar
de su agonía.

Perspicua piel bajo sábanas rotas, llora sudores congelados, desatinadas decisiones amarga el tiempo, desecha el alma.

Aumentan las ansias, el deseo
de amar, recobrar de la desidia,
calmar el dolor y volver a empezar.

¡Es inhóspito acceder a un amor compartido!
¡Se siente en el aire el olor nauseabundo a felón !

¿Acaso el corazón merece un tortuoso engaño?
Un sorbito beso fragancia a otro lecho, un cuerpo desecho con aroma de un burdel una respiración agitada y, con aliento a alcohol?

¡El tiempo se desparrama y me
consume, cual festín en olvidos sempiternos!
El yacer del alma, en bajía noche de soledad

El susurro de mi verso, la eterna espera, la necesidad de amar,
la ilusión de abrazar para luego morir presa en un montículo sueño.

Suspiro lejano, esperas vanas, amargando el dulzor de unos ansiados besos,
de un amor sin prisión sin dueño.

¡Oh, protervo sueño,
inhóspito cuarto
para soñar, en mi
yerma vida!

Nery I. López Cubilla -Paraguay-