Un azul nenúfar
detiene la suave cifra
de su aroma
sobre el pensativo plumaje
de una alondra
la cual abre y cierra sus alas
con cada latido
de mi corazón.
Y mi nombre se entristece
bajo el vuelo
de la alondra
y el aroma del nenúfar
porque él también
lleva en el alma
la oscura herida
de tu adiós.
VICTOR DIAZ GORIS -República Dominicana-
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