miércoles, 2 de octubre de 2013

VIVIRES ERRANTES

Estas flores son oscuras.
No proceden de blancas canas,
ni de los labios rosados,
ni de los infantes dormidos.
Espían ocultas bajo tierra
donde se dominan
muchas lenguas.

Todo va bien hacia delante.
No se destruye nada
y todo reconstruye
el osado alquimista
cuyo nombre,
sólo la Parca sabe.

He fallecido mil veces,
en vida y en muerte.
Con los que agonizan y nacen.
Compañera de las gentes
que como yo,
caminan eternamente.

No sé porqué derramasteis lágrimas,
ni tan poco, porqué no lo hicisteis.
¡Mis vidas fueron tantas!
y en todas me conocisteis.

Negras flores estuvieron siempre
bajo nuestras tumbas
enseñándonos hablar en infinito,
lenguaje universal
que al final todos aprenden.

Miro largamente y en silencio.
Aparto las moscas con mi mano.
No dejo que los gusanos se ceben.
Polvo que el viento lleva.

Presto atención a todo,
teatro brillante que surge de ello.
Así llego y me marcho.
Simple es este vivir errante.

Ana María Lorenzo -Zaragoza-

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