Dentro del arrugado
pero pulcro espejo
hay una mujer
desnuda.
Ella tiene el largo,
sedoso cabello,
los grandes ojos
y la tersa piel
intensamente azules.
Miles de pequeñas lunas
verdes,rojas y amarillas
destellan
sobre su piel.
Su voz, también azul,
tiene la forma
de una cobra real a punto de morder
y el sonido de la lluvia
al caer sobre las rosas.
Ella pronuncia
un nombre,
una fecha
y una cifra.
Un rubio y juvenil
fantasma,
con sonrisa de daga recién afilada
y manos de Orfeo después de tocar la cítara,
entra al espejo,
seduce a la fémina
y hacen el amor.
La dama le musita
el nombre de un poeta
y una fecha de aniversario.
Ambos salen del espejo
todavía abrazados,
se elevan en un mágico vuelo
hacia el límpido cielo,
y dibujan, enamorados,
la cifra del adiós.
VÍCTOR DÍAZ GORIS -República Dominicana-
DE FACEBOOK - 6136 - HACE OCHO AÑOS
Hace 17 horas
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