sábado, 27 de julio de 2013

SIN EXCLUSIVIDAD

He cruzado la línea divisoria
de la exclusividad. La transparencia
se ha hecho mi territorio, como el ímpetu
ha ido retrocediendo ante la seda.
Posee cada tiempo sus valores,
su sensibilidad, sus preferencias,
ni más ni menos válidas; distintas,
como la libertad, o la belleza.
¿Quién puede adjudicarle opciones únicas
a otra persona, por amor u oferta?
Nace tal pretensión de la arrogancia
y la inseguridad, o la certeza
neciamente adquirida
de un derecho limítrofe a la ofensa.

Traigo un ofrecimiento
de amor de intensidad, mas sin cadenas;
de capitulación, mas sin conquista;
de compromiso sin intransigencias.
Quien blande armas de amor ilimitado
y hacia toda una vida lo proyecta,
o es ingenuo o es necio
fabricante de efímera quimera.

Vengo a ti con el alma entre las manos,
ofreciéndote acciones, no promesas;
aquéllas son tangibles,
y éstas son de humo que en el aire vuela.
La intensidad derrota a la abundancia
en cualquier campo de batalla, y muestra
que un año de optimismo no se impone
a una semana de absoluta entrega.

Ven hacia mí, desnuda de futuros,
alzando un hoy de luz y de colmenas,
sin proyectos, que se hunden o se esfuman,
sin preguntar por nuestras propias huellas.

La vida es el instante que nos llama;
vivámoslo, no más, porque se ausenta.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

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