martes, 2 de julio de 2013

COMO LAS NUBES EN EL CIELO

No podemos recuperar el pasado y nos tenemos que conformar con la memoria, extraño lugar que nos gasta malas pasadas, extraviando recuerdos o desvaneciendo imágenes entre nieblas de tiempo y palabras que son arrastradas por el viento como si fuesen papeles usados. La Memoria, vieja amiga y mortal enemiga; nos dice, a veces en sueños, lo que fuimos y qué traicionamos, y en otras ocasiones, mentirosa, nos hace olvidar rostros y situaciones, asesinatos y martirios inexpresables.

Mis primeros recuerdos... No lo sé, tan frágil es el alma –la memoria humana- que olvida la luz primera que lo hizo nacer. No lo sé... tal vez algún jardín cuidado en un pueblo de las Alpujarras donde jugaba a las canicas o me extasiaba bajo la lluvia, divina inocencia. Tal vez también un pequeño piso en un ático, viejo y destartalado, oliendo a cocina de carbón y leche en polvo. El tiempo lo cura todo, se dice, pero también se va llevando muchas rosas entre sus bravas aguas.

Soy lo que fui y perdí, lo que soy y mantengo, lo que seré y obtendré. Soy como todos y todas, memoria que se hace y deshace, como las nubes en el cielo.

Francisco J. Segovia -Granada-

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