En tus noches, imagíname
sin días malos.
O despréciame y seca
tus lágrimas.
Un día mordiste de tu cuarto
la puerta.
Hiciste un nudo en la llave,
¿recuerdas?
Para nunca cerrarla,
¡siempre, para mi, abierta!..
afirmabas...
Retumban en mis oídos
tus viejas palabras,
ante el espejo desnuda,
decías: “mírame, persigue mis trenzas”
“haz de mí lo que quieras”...
y fueron mis manos orillas
que abrazaron tu mar,
tu boca, tus muslos, tus pechos,...
y jugaba a esconderme en tus huecos.
Y llegó un día en que los malditos celos
te dijeron: “cierra,
esconde tu corazón y tus cabellos”.
De ti huí sin consuelo
y en mi noche gris,
de hiel fue mi tiempo.
Pero recuerda,
que si fuimos felices, podemos
serlo de nuevo.
Pedro Jesús Cortés Zafra -Málaga-
DE FACEBOOK - 6141 - ESPABILAR
Hace 18 horas
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