domingo, 1 de mayo de 2011

TALLER LITERARIO

TRAS LA PUERTA

Tras la puerta
hay una puerta,
invisible,
desconocida
hasta ahora,
que nos trae una oportunidad,
un cambio de vida drástico.
En cada persona
hay puertas mentales,
muchas veces
no las comprendemos
no las vemos,
continuamos
la vida normal.
¿Has perdido tu puerta?
Ha llegado el tiempo de abrirla.
¡Vuela!, alma,
¡Vuela tras la puerta!

ANNE SAMPSON

TRAS LA PUERTA

Tras la puerta yo dejé
todo lo que tenía en este mundo
mis hijos y mi mujer
con una ilusión muy grande
para volver otra vez.
El viento azotó a mi barca
y el mar lo hizo también.
La fe que tenía en mí
me hicieron vencer
llegando a puerto seguro
y abrazar lo que tras la puerta
yo dejé.

ANTONIO BASALLOTE

TRAS LA PUERTA

Era costumbre en mi familia, cuando una visita se hacía incómoda por el tiempo transcurrido desde su llegada que a una seña que sólo conocíamos los de casa, uno se levantaba con cualquier pretexto iba a la cocina y colocaba tras la puerta la escoba de enea vuelta hacia arriba y con esa pequeña artimaña ya creíamos que el visitante fastidioso se iría rápidamente. Y era mágico, porque las más de las veces funcionaba. En casa era yo la encargada de la operación pues mis hermanos no solían percatarse del gesto casi imperceptible de mi madre.
Pero hay otras puertas, mas sutiles, más abstractas. El pasado. Tras su puerta lo guardado, dejado y las más de las veces olvidado o querido olvidar del pasado. Dejamos nuestros sueños, esperanzas y deseos algunas veces no satisfechos dormitando tras esa puerta que dejamos entreabierta hacia la puerta del futuro y tras ella ahora dejamos caer toda la insatisfacción y frustraciones recibidas con la esperanza de que cuando la abramos nos caerá como el maná prometido toda la bienaventuranza con la que siempre hemos soñado. Sin pensar que el futuro es la consecuencia de nuestro pasado.
No podemos dejar tras la puerta de un hipotético mañana lo haré, las empresas que hoy no nos atrevemos a abordar. No, porque ese mañana no llega y lo no logrado se nos enquista y se quedará allá tras la puerta del futuro donde quizá no pueda ya por arcaico tener solución.
Tras las puertas también dejamos cosas físicas que queremos apartar de nuestra vista momentáneamente porque no sabemos que hacer con ellas, son un estorbo pero se quedan allí para poder recuperarlas cuando creemos que ya nos van a ser útiles.
Tras una puerta un día oímos como alguien de nuestro aprecio decía cosas de nosotros que nunca hubiéramos creído pudieran pensar y nos duele.
Tras la puerta. Sí cada vez que entreabrimos una puerta, un mundo se nos muestra, aunque las más de las veces lo que nos espera ya nos es sobradamente conocido, no hay sorpresas.

CONCHA GOROSTIZA

TRAS LA PUERTA

Querida hermana Nacha:
Esto no tiene nada que ver, de lo que hablamos sobre la casa.
Es vieja y pequeña apenas cabemos las dos.
Tiene un comedor y un saloncito muy pequeño.
Los dormitorios están arriba, la puerta da a una escalera que sube. Hay también una buhardilla.
Quería explicarte que esto no se parece en lo más mínimo a lo que nosotras esperábamos.
Cuando recibas esta carta quémala. Te volverá a escribir, cuando me instale en la nueva casa.
Un saludo y abrazos muy fuertes de tu hermana Nila.

Lo primero que me llamó la atención en la casa fue lo que pudiera ver “Tras la puerta misteriosa”.
Subí temblando llena de miedo, lo primero que escuché “Tras la puerta” fueron ruidos extraños.
Metí la llave en la cerradura y la puerta se abrió de par en par.
Un aleteo de llegó a mis oídos y salí corriendo escaleras abajo.
Esa noche no dormí en la casa me fui al pueblo a un Hostal.
Al día siguiente llegó mi hermana Nacha, no le dije nada de lo que me había sucedido en la “Buhardilla”. Era tan misterioso todo.
“Tras la puerta” cerrada algo ocurría dentro, pero no quería averiguarlo, por miedo, yo sola.
Al día siguiente con la llave en la mano, mi hermana y yo decidimos entrar para ver lo que pasaba “Tras la puerta”.
Un aleteo de pájaros nos asustó, entramos y vimos que estaba todo muy sucio y olía muy mal.
Había excrementos de pájaros por todas partes. Allí vivían en sus nidos, nadie las molestaba.
Luego nos abrazamos las dos y nos juramos compañía y mucho cariño, para siempre, hasta el final de nuestras vidas.

NILA QUINTERO

TRAS LA PUERTA

Tras esa puerta roja
late un corazón cansado
que lentamente se va desangrando
por culpa de tu maldad ambiciosa.

Tras esa puerta azul
nos emociona el mar
que nos lleva a alcanzar
mil emociones y algo de inquietud.

Tras esa puerta verde
un árbol frondoso
en medio de un paisaje hermoso
me reconforta la mente.

Tras esa puerta blanca
está la cegadora sal
que nubla tu mirar
pero te calma el alma.

JOSÉ LUIS RUBIO

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