Voy de romería con mis amigos
bailando y cantando detrás del Santo.
Una botella llevo de vino blanco,
morcilla y tocino pa repartirlo
con los romeros que hacen el camino.
Es hermoso ver al Santo subiendo
la cuesta Verón por bueyes tirado.
Delante trotando van los caballos.
Detrás miles de animados romeros
que mientras caminan siguen comiendo.
A un lado del camino están los pinos
con sus ramas centenarias, con piñas,
que dan sombra y cobijo al peregrino
mientras los familiares y los niños
asan los filetes en las parrillas.
Después con mis amigos a comer,
beber, charlar y cantar en la casa
de Manoli y Felipe hasta pasada
las once de la noche, tras beber
la última copa del anochecer.
JOSÉ LUIS RUBIO
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