viernes, 20 de noviembre de 2020

AMIGA MÍA

 

¿Por qué no acepté tu solicitud de amistad?

Porque no quiero ser un contacto más,

en tu lista de conocidos de la red social.

No serás un contacto virtual que haga vibrar mi corazón,

y no seré una persona que conozcas solo cuando te conectes.

No acepté tu solicitud de amistad

porque no necesito de la web para ser tu amigo,

ni tampoco de emoticones para expresar mis emociones.

No necesito de imágenes con textos rebuscados,

ni de regalar fotos de flores virtuales.

Nuestra cálida y alegre amistad,

nos llena de confiable sinceridad,

donde nos contamos nuestras penas y alegrías,

ayudándonos y apoyándonos con palabras nacidas del corazón,

palabras honestas, sinceras, espontáneas…, reales.

Si quieres flores, te las llevo de mi jardín,

si quiero aclarar confusiones, en tu atención tengo mi cobijo.

Negué tu solicitud,

porque no necesito fotos tuyas para verte,

ni enterarme por messenger qué te sucede.

Me basta visitarte para que te alegres,

y me llene de felicidad tu mirada sonriente.

Recibir tu cálido abrazo natural,

tiene el sabor de la permanente amistad,

y no necesito de internet

para que me quieras y yo, saber quererte.

No amiga mía…

no necesito de una red social para continuar nuestra amistad.

Sigamos caminando juntos en el tiempo,

allí donde nos ven los conocidos y las gentes ajenas,

entre familiares y quienes atraparon nuestros corazones,

entre tu descendencia y la mía.

Sigamos cada día nuestra invariable amistad,

entre los soles de verano y las lluvias del invierno,

entre nuestros sueños viajando por las estrellas,

y los rutinarios trabajos que nos ahogan la libertad.

No quiero ser tu amigo en una red social,

tengo el privilegio de que eres mi amiga real,

desde la adolescencia hasta la lejana eternidad.

Serás por siempre mi rosa

y yo tu estrella errante.

Te quiero amiga mía, 

con la misma sinceridad que me quieres,

llevándome en tu corazón.

Juan Carlos Favreau 

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