LA VIDA EN DOS

Adonde nos busquen

Adonde nos busquen, nos encontrarán en dos,
doble tú y yo; porque nos encontrarán siempre juntos
y allí estarás tú donde me encuentro, y nos encontrarán a los dos.

Y cuando nuestros labios, se besen, serán dos besos,
al mismo tiempo, dos veces, dos besos, buscándose,
uno al otro, infinitamente al encuentro.

Nuestros abrazos serán dos, sumando tu abrazo
y mi abrazo, que se volverán uno cuerpo a cuerpo.

Serán dos días, lo que juntemos, tu día y mía,
dos horas, las que juntemos, tu hora y mi hora,
uniéndose, fundiéndose al encuentro.

Adonde nos busquen, nos encontraran en dos,
Y en cuatro nos encontraran, si es en el cuarto,
y hay un espejo, donde estemos tú y yo.

En dos

En dos, amada, en dos, te busco, en dos; en dos
te miro; en dos, en dos te quiero;
en dos quiero verte, por eso amo al espejo.

En dos, tú y yo, vamos al espejo,
Que nos conviertes en cuatro;
nos multiplica de ojos,
de labios, de piernas, de brazos.

En dos, mi vida, en dos, para llegar a tu cuerpo
para ser dos;
cuatro de nuevo frente al espejo.

En dos, te pienso; en dos te miro; en dos te quiero.

En dos, doble te quiero, para que hubieran más de ti,
multiplicaría los espejos.

En dos al lienzo, doble te pinto;
en dos a la página, doble te escribo;
en dos, al poema, doble te canto.

En dos, al viento, doble, te busco.

En dos de labios, en cuatro con los tuyos,
para besarte,
Para que sean muchos los besos.

Rafael Pérez