Siempre hay un momento
para recordar ese pasado
que dejó profundas huellas.
Aunque a veces es mejor no recordar
ni siquiera en ese momento.
Mirar adelante. Construir otro pasado.
Porque siempre es posible volver a empezar
y sobre los restos de un naufragio
edificar una nueva vida.
Aunque tal vez renunciar a nuestro pasado
no es la solución. Es mejor aceptarlo
y sobre él día a día, caminar
hacia un futuro prometedor.
Tú fuiste mi pasado y aunque te olvidé
quizás también estés en mi futuro.
Los caminos a veces vuelven a cruzarse.
Todo lo demás no tiene importancia.
Solo tú, yo y el camino.
JOSÉ LUIS RUBIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario