No me gusta la poesía, me aburre, no la entiendo.
Pero cada día, mientras intentas escapar
del miedo a perder el trabajo, o a que lo pierdan tus hijos,
te preguntas si otro mundo es posible
mientras riegas el único geranio obrero,
das de comer al gato callejero,
besas esa foto porque, aunque se fue,
sigue haciéndote compañía.
No sabes que la poesía eres tú.
No sabes que tú eres un poema vivo.
Begoña Abad
Compartido por Consuelo Jiménez
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