EL TRIÁNGULO PERFECTO

¿De dónde vienen? Preguntó el poeta,
no venimos, somos dijeron las letras,
somos el grito de tu silencio, el arco
iris de tu obscuridad, la fascinación
de tu jardín, la sonrisa de tu lágrima,
la calma de tu tormenta, el paraíso
que construyes con amor en la tierra
de lo imposible, somos versos con
inocencia vestidos de romance, letras
desnudas presumiendo sus deseos,
noche y día, luz y sombra, piel y alma.

¿A dónde van? Preguntó el escritor,
no vamos, estamos respondieron
los versos, emergemos del alma
sensible y bohemia que siente, ante
los ojos somos letras, dentro somos
fuerza aquietando y provocando,
desafiando al prohibido deseo
rompemos con delicadeza fronteras,
excitamos labios lejanos con llovizna
sensual penetrando, aunque esté
cerrada la puerta, golpeamos con
amor y placer dejando huella
indeleble en el pensamiento.

El triángulo perfecto, letras coronando
al poeta y él engalanando a su doncella,
tres habitantes del mismo reino, dos
bocas reviviendo frente al estero del
verso, el misterio confabulado tejido
con hilos invisibles uniendo destinos,
el norte besando al sur bajo su luna
de ensueño, pintando con luz
de antaño su oriente.

Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-