En un comienzo me atrajo tu belleza,
pero lograste atraparme
con tu sensible manera de proceder,
te comportas como una persona alegre,
cariñosa
y
comprensiva,
eres un maravilloso ser;
con quien puedo regodearme
arrullado por tus brazos,
saboreando el deleite de tus besos
y
la ardentía de tu querer.
Has sido el premio
que el destino me ha otorgado,
para endulzarme la existencia,
después de la amargura
que tuve que libar en el pasado
y
que por mucho tiempo me hiciera padecer,
acrecentando mi sufrir;
logrando torturarme por mucho tiempo,
llevándome al desespero,
transformando en un infierno
la razón de mi existir.
Tú eres la radiante luz de mi alborada,
eres la fuente que me sacia
y
me refresca;
es tu voz una melódica tonada
que me ha devuelto la alegría
y
las ansias de vivir.
Te convertiste en la estrella luminera,
que logró sacarme del destructivo oscurantismo,
que en épocas ya idas,
por hallarme encandilado,
en la miseria emocional un día caí;
yo avanzaba solitario por mi ruta
renegando de mi suerte
y
de los ultrajes recibidos por parte de un querer,
al que le había entregado mis juveniles añoranzas
y
con quien esperaba ilusoriamente
compartir mi vida entera,
ignorando que siempre existirá un ocaso
si queremos hacer de la existencia...
un pleno
y
radiante amanecer;
como cualquier joven inexperto,
bisoño en el manejo de las reglas amorosas
que manejan la ebriedad del corazón
y
que a pesar de haber abonado con cariño
y
mi paciencia,
aquella mi primera
y
seria relación...
ese cultivo de ternura,
en mi vergel de querencias no pude verlo florecer
y
terminé siendo zarandeado
estando a punto de caer.
No te estaba buscando,
sin embargo en un instante afortunado,
cuando avanzaba desconsolado
con rumbo hacia el abismo...
a la vera de mi ruta,
enhorabuena te encontré;
a tu lado he descubierto la magia de la vida,
los arrullos mañaneros
y
el encanto del placer;
contigo he aprendido
que siempre hay buenos resultados...
si sabemos escoger.
A tu lado es más vital,
resplandeciente
y
agradable,
cada nuevo amanecer.
Gerardo Carrascal Santiago -Colombia-
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