Recuerdo siempre el momento
cuando vi por la ventana
cerca a mí, varonil rostro…
¡Pero que linda mañana!
¡Un día como ninguno!
Volteaste, sonreíste…
Hacia a mí te aproximaste,
y una dirección pediste,
desde ese día, lo juro,
mi corazón palpitó
de manera diferente.
¡En amor se transformó!
María Adelina García Corea
No hay comentarios:
Publicar un comentario