La vida se escapa rauda
entre los anaqueles del tiempo,
la niebla del olvido y la cotidianidad.
Se esfuma como el rocío
que baña las nacientes flores,
y que desaparece tímidamente
cuando lo besa el sol.
Como la efímera mariposa
que hoy luce su belleza grácil,
y de la que en pocos días
ya no queda ni el recuerdo.
La vida se escapa rauda...
como la arena entre los dedos,
como los recuerdos mustios
de un pasado que se extingue.
Como una estrella fugaz,
a la que pedimos un deseo
con la esperanza de un mañana,
y la ilusión de una fugaz eternidad.
Rossi Er -Colombia-
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