Llega la hora del encuentro,
elijo el color de verdad que te gusta,
atuendo casual con toque de honestidad,
elegancia con aires sensibles y fuertes,
perfumo mis versos con romance puro,
presumo galantes letras mientras camino,
la tarde regala paisaje pletórico perfecto,
y bajo el sol que va cayendo
voy regalándote rosas rojas en cada verso.
A la misma hora incierta
se vislumbra como luna tu mirada,
no hace falta más para temblar y palpitar,
traes vestido trasparente dejando ver estrellas,
una sonrisa de alma que borra la densa calma,
tormenta disfrazada de bonanza;
espalda destapada para dejar pegados los versos,
pecho desnudo pidiendo dejar tatuados mis besos,
labios inclementes amenazando con silencios.
Como siempre acudimos al encuentro,
abrazo tu mirada y beso tu nostalgia,
acaricias mi suspiro y consuelas mis deseos,
sin mirarnos nos entendemos,
y sin tocarnos nos conocemos,
besándonos bajo la luna de los versos
desnudamos las letras,
revivimos el fuego de sus fantasías,
y quedamos víctimas de la verdad
de sus caricias, escribimos con tinta
de inocencia letras que hoy piden
ser rescatadas por nuestros cuerpos.
Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-
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