En Conil hay un museo,
un museo hay en Conil,
lleno de profundas raíces
que nos dicen como vivíamos aquí.
Del campo, aperos
y del mar, aparejos.
Máquinas de caramelos
y un teléfono viejo.
Fósiles de ballena
y piedras ostioneras.
Ruedas de molinos
para moler azufre y trigo.
En el interior una casa
con dormitorio, recibidor,
cocina con hornillos de carbón
y un pequeño comedor.
Un picador de carne,
una nevera de hielo,
una depuradora de agua
y un tronco viejo.
También tenemos una radio
donde nuestras abuelas
escuchaban largas novelas
que les provocaban el llanto.
Un traje de novia negro,
de cobijada otro.
Uno de hombre completo
y mantones negros y con adornos.
Esto no es todo
porque también hay libros
y documentos que nos hablan
de aquellos tiempos idos.
Una almadraba de buche,
un escudo antiguo de la villa,
un montón de caracolas
y muchas fotografías.
Así es el museo que tiene Conil,
así es, pequeño, pero lleno
de la historia y las raíces
de un pueblo campesino y marinero.
JOSÉ LUIS RUBIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario